jueves, 12 de abril de 2012

Justiniana y Zorrocotropo

Os he contado alguna vez la historia del elefante volador? No? Pues ya va siendo hora.
Justiniana era una mariquita (una mariquita muuuy mariquita todo hay q decirlo) que un día decidió que estaba cansada de ser mariquita y quería ser un elefante. Pero claro, qué problema! Una mariquita no puede dejar de ser elefante! Necesitaba la ayuda de un ornitorrinco, porque claro los ornitorrincos cuando estornudan los mocos que se le salen volando resulta que son mágicos. Con que te caiga un moco de esos, te salen escamas; Y claro… Para llegar a ser elefante, primero necesitaba convertirse en pez, para cambiar el color de la piel y crecer un poco.
Entonces decidió ir a buscar a su amigo Zorrocotropo, un ornitorrinco julandrón. Tuvo que recorrer por lo menos, por lo menos 1 kilómetro para salir de la moñiga de caballo en la que estaba metida y conseguir salir a superficie. Una vez volvió a ver la luz, preguntó a unos restos de tortilla que había en el suelo si había visto a su amigo Zorrocotropo, el ornitorrinco julandrón. Pero ésta le dijo que no, que preguntara al chicle que había pegado del banco a ver si con suerte él le había visto. El chicle dijo que sí, que hacía 45 minutos había ido en dirección al río. Y allí se dirigió Justiniana la mariquita muy mariquita.
Aburrida la pobre marica porque se le había jodido el mp3 con tanta moñiga, se dedicó a cantar: "ten cuidao con Mistypollas, la más tonta del mundo mundialll.. Que dicen que si la das un beso te conviertes en sapooooo.. Que si te mira te pega la lepraaaa". Así pasó la pobre marica 3h hasta que llegó al río, donde por fin se encontró a su amigo Zorrocotropo, el ornitorrinco julandrón, tan feliz que estaba pajeándose hasta que llegó la marica de los huevos que le cortó el rollo.
Como el pobre Zorrocotropo no pudo terminar lo que se traía entre manos, decidió escupirle a la marica en venganza. Y es que si un ornitorrinco te escupe (que no es lo mismo que te estornude los mocos) te conviertes en lo que más odias. Y así fue como la pobre marica quedó reducida a una marica para siempre (ya que siempre había odiado ser una mariquita muy mariquita).
Y revoloteando y llorando como una perra se fue a tomar por culo, ya que su sueño de convertirse en elefante había quedado truncado.
Moraleja: No des por culo cuando no debes, o un ornitorrinco julandrón pajeador te convertirá en mariquita.

miércoles, 11 de abril de 2012

Mierdecilla :)

No puede ser que una ardilla como tú me haya vuelto loca. No puede ser que una personita como tú, que está retrasada y no le da para más me haga reír tanto, que me dé fuerzas para levantarme, aunque no literalmente, y ver el mundo de otra forma.
 Desde el primer momento en que me hablaste supe que eras especial. Sin embargo, yo estaba muy confundida y creía que eras como las demás, que lo que tenía que hacer era pasar de ti, que eras otra. Sin embargo, cada vez que hablaba contigo lo veía claro: tú eras diferente, eres diferente y única.
Hoy hace un mes que nos conocimos y hace un mes veía mi vida perdida, me decía mi madre: “échate novia que estás más centrada” y ahora que la tengo me he centrado, pero en la parra, me tienes en una nube amor, no sé pensar nada más que en ti. Tu hermana me dijo que qué había visto en ti, y si te digo la verdad yo también me lo pregunto, eres tonta, fea, retrasada, corqui… pero eso es lo que más me gusta de ti, porque te puedo engañar fácilmente…. ;)
Recuerdo el  primer día que nos vimos en persona: yo salí de casa relajada, muy cansada por que había salido la noche  anterior; iba en el metro y cada vez que me acercaba a mi destino me ponía más nerviosa. Sabía que llegaba tarde, y me ponía más nerviosa. Al fin llegué, busqué por toda la estación y cuando el cúmulo de gente se disipó, allí estabas tú, sentada con el móvil en las manos. No supe cómo saludarte, me senté a tu lado  y me miraste… pero pronto esos nervios se fueron por culpa de tu naturalidad, me sentía tan a gusto contigo…
Y bueno, ahora seguimos yendo al Retiro, has venido a mi pueblo, nos vamos un fin de juntas… : toneladas de felicidad J
Recuerdo nuestro último encuentro, el de mi pueblo, estaba tan nerviosa, no sabía si te iba a gustar, si ibas a estar a gusto, pero bueno ahora sé que no te gustó nada pero solo por tener que ver a los vampiros luminosos.
Amor, hace mucho que no me sentía así de bien, no sabes el miedo que tenía a sentir lo que siento, tenía un miedo irreconocible, no sabía por qué, por eso me convertí en lo que más odiaba, pero tú has hecho que vuelva a ser la de antes.
Espero que mientras estemos juntas no dejes de preguntarme lo que todos los días me preguntas amor… Me encantas, me encanta reírme de tus bobadas, me encanta abrazarte, me encanta que me muerdas, que me lamas cual vaca en la cara, que me hagas el koala… son tantas cosas en tan poco tiempo… es que ha sido muy rápido todo, pero me da igual amor, me da igual si va rápido o lento o como vaya, si es contigo me vasta… no olvides nunca que me encantas princesa J
Tú, la suerte que besó mi libertad...